La confiabilidad de las tarjetas electrónicas (PCBA) es crítica para industrias como la automotriz, médica y de telecomunicaciones. En estos sectores, un fallo por contaminación iónica puede traducirse en paros de producción, fallas en campo o incluso riesgos de seguridad.

Por ello, el análisis de iones mediante cromatógrafos de laboratorio de iones, bajo la norma IPC-TM-650 2.3.28, se ha convertido en un requisito indispensable para fabricantes de tarjetas electrónicas y sus proveedores.

¿Qué es la norma IPC-TM-650 2.3.28?

El Instituto de Circuitos Impresos (IPC) desarrolló este estándar con el objetivo de detectar y cuantificar la contaminación iónica en placas de circuito impreso (PCB) y en ensamblajes electrónicos.

Durante la fabricación de una tarjeta electrónica se realizan más de 20 procesos químicos (grabado, soldadura, recubrimientos, limpieza, entre otros). En ellos pueden quedar residuos como:

• Contaminantes iónicos: sales, ácidos, activadores de fundente o químicos de recubrimiento.
• Contaminantes no iónicos: aceites, resinas y grasas.

Los residuos no iónicos afectan en menor medida la confiabilidad eléctrica, pero los iónicos sí representan un riesgo: son conductores y pueden provocar cortocircuitos, corrosión y fallas electroquímicas en ambientes hostiles.

Por eso, el estándar IPC-TM-650 2.3.28 establece un método de cromatografía iónica que permite hacer un análisis de contaminantes removibles de la superficie de una PCB.

Cromatografía iónica: precisión en la detección

La cromatografía iónica (IC) es una técnica que separa, identifica y cuantifica iones presentes en un material. Funciona con una columna de resina cargada que retiene y libera los compuestos a diferentes velocidades según su masa y carga.

El resultado de este análisis de contaminantes con esta clase cromatógrafos de laboratorio es una medición de conductividad altamente precisa, capaz de detectar contaminantes hasta en niveles de partes por mil millones (ppb).

Gracias a esta sensibilidad, la cromatografía iónica es la herramienta más confiable para evaluar la limpieza de tarjetas electrónicas y cumplir con las normas internacionales.

Aplicaciones en la industria automotriz

En México, la industria automotriz es uno de los sectores con mayor potencial para esta tecnología. Los fabricantes de autopartes y electrónicos exigen que cada tarjeta cumpla con altos estándares de limpieza iónica antes de integrarse en vehículos modernos, donde la electrónica controla desde los frenos hasta los sistemas de navegación.

Empresas especialistas requieren pruebas confiables para garantizar que sus productos puedan incorporarse a cadenas de suministro internacionales sin riesgo de rechazo.

Opción de servicio: ¿laboratorio externo o equipo propio?

Hoy en día, los fabricantes de PCBAs tienen dos caminos:

1. Invertir en un cromatógrafo de iones propio
• Equipos avanzados como el Ion Chromatograph CIC-D120, compatible con detectores amperométricos y UV, permiten realizar pruebas internas con gran precisión.
• Son ideales para empresas con grandes volúmenes de producción y auditorías frecuentes.
2. Subcontratar un laboratorio especializado
• Es una alternativa costo-efectiva para empresas que no cuentan con el equipo ni personal especializado.

Solinsa: apoyo para fabricantes de PCBA

En Solinsa, entendemos la relevancia de la cromatografía iónica como herramienta de calidad y cumplimiento. Por eso, ofrecemos:

• Servicios para cromatógrafos de análisis iónico de placas de circuito bajo la norma IPC-TM-650 2.3.28.
• Soporte técnico de mantenimiento preventivo de cromatógrafos para laboratorios y fabricantes que buscan implementar estas pruebas en sus instalaciones.
• Pólizas de mantenimiento a cromatógrafos para garantizar que los procesos cumplan con los estándares internacionales.

Nuestro compromiso es ayudar a que los fabricantes de tarjetas electrónicas cumplan con los requisitos de clientes de alto nivel, especialmente en sectores críticos como la automotriz. Contacta nuestros servicios para cromatógrafos aquí.